domingo, 15 de marzo de 2015

Día 13: Alcatraz y puente Golden Gate

El día de hoy se planeó en función de nuestra visita a Alcatraz; las entradas fueron lo primero que compramos del viaje, después del billete de avión XD en esta web:

http://www.alcatrazcruises.com/

Cada entrada cuesta 30$, en el momento en el que las compras las puedes imprimir y presentar tal cual en taquilla a la hora indicada; no hace falta nada más.

Desayunamos al lado del hotel, en un Posh Bagel, unos muffins gigantes de arándanos y pistacho y unos cafés un poco malillos; yo me cogí otro para el camino por 1$ más, porque los cafés americanos son como agua y una necesita un poco de cafeína en condiciones para espabilar!


El barco que te lleva a la isla sale del Pier 33 y tienes que estar allí con antelación a la hora que te indican en las entradas, porque hay que hacer un poco de cola hasta que dejan subir al barco.



Cuando desembarcas en la isla te dan unas indicaciones sobre los horarios de los barcos de vuelta a la ciudad, y puedes coger un plano de la isla (creo que pagando 1$).



La visita en Alcatraz empieza cuando te entregan el audio guía (en el idioma que eliges) al entrar en el edificio de la prisión.
Los audios están narrados por expresidiarios (o eran exfuncionarios? no me acuerdo), en el idioma original, claro! Además de guiarte por todas las galerías, te van contando las historias de los intentos de fuga, motines, presos famosos (Al Capone estuvo aquí) y cómo era la vida dentro de esta prisión.

Puedes recorrer galerías, ver cómo eran las celdas (impresionan, por lo diminutas, lo incómodas, lo frías que parecen), incluso meterte en las celdas de castigo, totalmente a oscuras. Puedes ver por dónde se fugaron los 3 presos cuya huida queda recogida en la mítica peli de Eastwood, lo que queda de la casa del alguacil, las oficinas de los guardias, el comedor, el patio, todo!
Poco que decir, porque lo mejor es verlo y oírlo allí. No es que recomendemos la visita, es que es imprescindible!!!






Este día comimos un perrito en un puesto en la calle, de los que hay en el paseo de los muelles... Muy caros y muy malos. Después de la comida fuimos a alquilar una bici a Powell Street, al lado de los muelles, para ir paseando hasta el Golden Gate. Cogimos este paseo, en el sitio de las bicis te explican cómo llegar al puente, con un mapa, y te dan las indicaciones para que llegues si problema al puente.

Básicamente hay que seguir la calle Jefferson hasta la playa y, desde aquí, seguir el paseo que bordea el mar hasta llegar, si quieres, a Fort Point. Si no quieres visitarlo, hay que tener cuidado y desviarte para subir la cuesta de Long Avenue y luego girar a la derecha, para no tener que dar toda la vuelta, como nos pasó a nosotros XD. Siguiendo todo el Battery E Trail llegarás sin problemas hasta el puente.

Hay que tener en cuenta que las bicis sólo pueden ir por uno de los dos carriles, los peatones van por el otro. El camino de las bicis es el que está más alejado de la ciudad, de manera que si estás haciendo el paseo en dirección San Francisco-Sausalito, no tendrás una vista directa de la ciudad, si no del mar.
Además hay que decir que aquí hace muchísimo viento, de manera que cuesta un poco hacer el paseo...

Nosotros sólo llegamos hasta la mitad, nos dimos la vuelta y volvimos a San Francisco. El paseo en bici está guay, pero claramente las vistas son mejores desde el carril de los peatones.
Asi que, sintiéndolo mucho, no llegamos a ver Sausalito ni Tiburón, al otro lado del puente.


De vuelta a devolver las bicis, puedes hacerlo en cualquiera de los establecimientos que tienen, en función de la hora de cierre de cada uno. No recuerdo cuál fue el precio total que pagamos, pero la tarifa es de 9$ la hora, con la bici que nosotros cogimos (la más básica); si quieres todo el día, puedes tenerla por un precio cerrado.

Camino al hotel, cenamos en este restaurante, Burger Meister, en Columbus Avenue. Yo no sé si era porque, entre lo poco que había comido y la bici tenía muchísimo hambre o qué, pero fue una de las mejores hamburguesas que he comido.


Nada más por hoy. A dormir que mañana será otro día!

viernes, 13 de marzo de 2015

Día 12: Primer Día en San Francisco: Al norte de Market St.

Recordando ahora el camino que hicimos este día, para escribirlo aqui, no me creo que pateáramos tanta distancia... No cogimos ni un sólo tranvía, bus ni metro. Si me preguntan ahora, claramente usaría el transporte público para moverme de una zona a otra, en especial cuando aparece una "cuestecita" en el camino.

El primer barrio que visitamos fue Chinatown, cruzando la Puerta del Dragón por la avenida Grant, que está al lado del hotel. El barrio es como meterse en China de repente... Hay bazares, no muy distintos a los que hay aqui en España, pero según vas avanzando y callejeas un poco aparecen tiendas chinas de comestibles rarísimos, sitios de acupuntura, restaurantes y demás. Subiendo un poco por Bush Street encuentras la antigua Catedral de Santa María, entre farolillos chinos.
Lo mejor es salir un poco de Bush Street, que es la calle principal, y callejear para ver menos tiendas de recuerdos y más Chinatown.




Siguiendo hacia el norte, llegamos a Columbus Avenue que separa Chinatown de North Beach, lo que era la parte italiana de la ciudad.

Nos acercamos a ver la Iglesia de San Pedro y San Pablo, donde se casaron  (o se hicieron las fotos de boda, en cada sitio veo una versión distinta de la historia...) Joe DiMaggio y Marylin Monroe, y de aquí subimos a Lombard Street a ver las famosas curvas.

Agüita con la pendiente! Cuesta un rato subir hasta el mítico tramo. La calle mola, pero está petada de turistas haciéndose fotos en la parte de más abajo, vamos, donde se ven bien las 8 curvas. La carretera en si también está llena de coches, sospecho que la mayoría también son turistas XD. Como fue imposible hacer fotos donde no salieran, al menos 10 desconocidos, voy a poner una foto de las vistas desde el punto más alto, que también molan!


Toooodo eso subimos. Al fondo a la derecha se ve Coit Tower, que fuimos a ver esa misma tarde.


Desde aqui arriba, bajamos hacia el puerto dando un paseo por esta zona, Russian Hill. Un barrio muy mono, con pinta de ser caro pero también aburrido... Ni rastro de gente, bares o ambiente de ningún tipo.

Una vez en el Fisherman's Wharf buscamos un sitio para sentarnos a comer y descansar un rato. Hay muchísima oferta, nosotros nos acercamos a Chowder Hut Grill, al final de Taylor Street, para comer algo sentados en la terraza :) La verdad es que yo iba con muchas ganas de probar la sopa de almejas que sirven dentro de una hogaza de pan... pero cuando la vi, me eché para atrás jajajaja. En su lugar comimos una ensalada de cangrejo y unas patatas fritas.

Después de comer fuimos al Musée Méchanique, que estába al lado en el Pier 45. La entrada es gratis, y recomiendo que vayáis; es un museo de máquinas antiguas de las de echar una moneda para jugar: pinballs, pianolas, dioramas, pitonisos parlantes varios y juegos arcade más nuevos, a los que la mayoría hemos jugado en algunos recreativos.


Pasamos un rato por aqui curioseando las máquinas (son una colección privada, creo), y al final echamos una monedita posiblemente en la más feota jajajaja. Era una especie de fumadero de opio con muñecajos durmiendo la mona, que se accionaban para moverse, levantarse de repente o salir de entre las cortinas XDXD


Cuando terminamos, fuimos a ver el submarino que está en el muelle, el USS Pampanito. Creo recordar que costaba unos 15$ la entrada por persona... Puedes recorrer el submarino entero, ver los torpedos, dónde dormían, la sala de máquinas, la cocina y, como no está inmerso bajo el agua, también pasearte por la cubierta. Lo que más me gustó fue la sala de mandos, con la luz roja, las palancas y los botones y todos los detalles que hay repartidos por el submarino: un telegrama colgado de una pared, periódicos de la época, etc.

Al final de la visita había un veterano de guerra al que podías dirigirte si tenías alguna duda, y que nos preguntó de dónde éramos. Un señor muy majete y muy agradable con el que estuvimos hablando un poco.

Después de esta visita nos dirigimos hacia Coit Tower. Paseando por el muelle nos acercamos hasta el Pier 39, una especie de centro comercial que visitaremos el último día, y a la colonia de leones marinos que vive aquí.

El camino hasta la torre lo hicimos por las escaleras Filbert Steps. 0,32 Km 82% pendiente máxima... Ahí lo dejo! La subida se hace un poco dura después de todo el día caminando, pero es chula, con unas casas que disfrutan de unas vistas envidiables de la bahía y de los grandes jardines que hay en la cuesta. Eso sí! Si tenéis oportunidad, haced el camino al revés, subid en autobús a Coit Tower y bajad por las escaleras hacia la zona del puerto :) y arreglado!


En la torre hay que pagar por subir arriba del todo en el ascensor, 6$ cada uno. Sin duda merece la pena. Foto de North Beach, con la iglesia de San Pedro y San Pablo en el centro, y el Golden Gate al fondo.


Lombard Street desde Coit Tower:


Distrito financiero, por ahí cerca estaba nuestro hotel! Una pena que este día estuviera tan nublado.


En la planta baja hay unos murales que merece la pena pararse a ver, y que fueron hechos como parte de un proyecto federal para emplear artistas de California tras la Gran Depresión. 

De retirada hasta el hotel, bajamos por Kearny Street hasta el Beat Museum. Al hacerlo estamos atravesando la mítica zona "beatnik", en North Beach. Aún están en pie varios cafés de la época, como el Vesuvio's, y la librería City Lights. También hay un montón de sitios de streaptease... curiosa mezcla. Parece ser que esta zona ya era famosa en el siglo XIX por ello.

La entrada al museo cuesta 8$. Había leído "On the road" justo antes de ir al viaje, y la verdad que me decepcionó un poco, asi que la visita pasó sin pena ni gloria para mi. Pero si te gusta el libro y estás interesado en la Generación Beat aqui podrás ver un montón de objetos y referencias a los libros que escribieron, a sus ideas, inspiraciones y forma de vivir. Hay datos de muchos autores, sin centrarse únicamente en Jack Kerouac. Al final, documental (si quieres) en una pequeña sala de cine, y el coche utilizado en la película para despedirte en la salida.

Estábamos ya muy cerca del hotel, asi que buscamos un sitio para cenar de camino. Entramos en Pomodoro Gourmet Pizza & Pasta y pedimos una pizza hawaiana y un plato de pasta con almejas y salsa ligeramente picante, muuuuuuuuuuuy bueno y muy bien de precio:) Recomendado!

Para terminar el día, volvimos al hotel a reponer fuerzas para el día siguiente. 




lunes, 9 de marzo de 2015

Día 11: Santa Cruz y San Francisco

Dejamos atrás Monterrey y nos subimos al coche para llegar por fin a San Francisco, última etapa del viaje.

Ya había ganas de dejar el coche...

Seguimos por la Highway 1 y decidimos parar en Santa Cruz, a 45 minutos de Monterrey, a ver si esta vez teníamos más suerte con la playa XD En este caso lo que nos disuadió de bañarnos fue un cartel diciendo que el agua podía tener contaminantes o bacterias y que no se hacían responsables (Whaaaaaaaat?!?!) Muy mal... este día, que por fin pasamos calor en la playa y tenemos ganas de bañarnos, y no podemos!!

Calores aparte, esta playa mola. Así me imaginaba yo las playas de California, y asi me imagino que serán las del Sur, a donde no llegamos por falta de tiempo. Un muelle que se adentra en el mar, un paseo lleno de palmeras y un parque de atracciones al fondo. Y! La caseta del vigilante, que no falte. Si vas un poco tarde, eso sí, te vas a encontrar la playa, petada. Tipo Benidorm XD



Comimos en una pizzería del paseo, South Beach Pizza Company. No teníamos demasiado hambre, asi que compartimos una pizza entre los dos.
El sitio estaba llenísimo y tuvimos que comer en la barra, un poco apretujados. El horario no era el mejor: el Labor Day al mediodía en la playa, nada menos...


Después de la comida, camino a San Francisco!! Un poco de atasco para llegar, de nuevo a causa del Labor Day, y llegamos al Hotel Rex. El mejor de todo el viaje!






La habitación no era muy grande, pero estaba genial, la cama era comodísima y el hotel nos gustó mucho. El personal súper amable, muy bien situado al lado de Union Square, y todos los días a las 17.00 te ofrecen en el bar una copita de vino ;) puede parecer una tontería, pero si estás por la zona, sienta muy bien descansar un rato con un vino.

Cogimos el hotel con un super descuento de Booking y, aunque lo recomiendo 100%, hay que decir que en el precio no se incluía el desayuno... Como hay mucha oferta de sitios para desayunar por los alrededores, no nos importó.

Una vez dejamos las maletas marchamos a devolver el coche; por suerte estaba cerca del hotel, en la esquina de las calles O'Farrell y Mason. 5 minutos de paseo más tarde volvimos al hotel a descansar :)
Esa noche dimos un paseo corto por la zona, de reconocimiento más que nada, y cenamos en un pub-restaurante irlandés, el Lefty O'Doul's, al lado de Union Square. Creo que hay sitios mejores por la zona para comer, como descubriríamos el resto de días, pero el cansancio hizo que no buscáramos demasiado. La cena no fue muy cara, yo pedí un plato de pasta bastante simplón (y un poco seco) y al ir a pedir una Bud nos "deleitaron" con una Bud Light, sin preguntar! Nos pareció que el pub estaba mejor para tomar algo y ver los distintos deportes que ponen en varios televisores y, si acaso, comer un sandwich o algo así, y no para cenar como lo hicimos nosotros. En cualquier caso también he de decir que yo no acerté con la elección del plato :)

Luego a dormir pronto y a planear qué veríamos al día siguiente.

martes, 3 de marzo de 2015

Día 10: Big Sur y Monterrey

De nuevo día de carretera, pero esta vez el camino era un poco distinto :) Por la Highway 1 bordeando la costa y Big Sur! Uno de los puntos fuertes de todo el viaje.



Primera parada cerca de Morro Bay en Harmony, para buscar donde ir al baño, y por casualidad nos encontramos con una feria de cochazos antiguos de flipar.





Muy americano! Hubo un momento incluso en el que pusieron el himno por megafonía y la gente empezó a aplaudir y demás XDXD

La siguiente parada fue al lado del Hearst Castle, en Piedras Blancas, para ver la colonia de leones marinos que vive aquí. El sitio es un mirador y está muy bien señalizado para no saltárselo.


A partir de aqui todo el camino hacia el norte fuimos haciendo varias paradas en los sitios que más chulos nos parecieron, elegidos un poco sobre la marcha. Tenemos que decir que es mejor hacer el camino de norte a sur, porque vas en el lado de la carretera que tiene vistas directas, no como hicimos nosotros... Pero también es cierto que hay tramos en curva en los que es mejor estar en la parte de dentro :)

Paradas obligatorias:
  • Cascada McWay, seca sequísima en Agosto, en primavera los que vayan a verlo tendrán más suerte.
  • Bixby Bridge, ojo a la cantidad ingente de personas esperando para hacerse la foto con el puente de fondo...
  • Carmel by the Sea. En este pueblecito, famoso entre otras cosas porque Clint Eastwood fue alcalde varios años, paramos a comer en el Bistro Giovanni, un restaurante italiano bastante carete... unos 14$ la pizza, creo recordar. En general se nota que en el pueblecito hay pasta, todo galerías de arte, casitas bajas y muy monas, y restaurantes con pinta de cafetería francesa. Dimos una vuelta con el coche, más que nada porque nos costó bastante aparcar, y seguimos nuestro camino hasta Monterrey que estaba ya muy cerca.


Nuestro hotel de Monterrey era el Monterrey Surf Inn, el hotel en sí no estaba mal, aunque no tenía desayuno si que podías ir a la recepción a por café. Pero pedimos una habitación tranquila y nos dieron una con un ventanuco a un patio con ruido de las máquinas de aire acondicionado :(

Pasamos la tarde en la playa, también abrigados para no perder las buenas costumbres y sin bañarnos. Después dimos un paseito rápido por el centro para buscar sitio para cenar, y el elegido fue un pub inglés Britannia Arms Pub & Restaurant. Pedimos un Reuben y pollo Tandoori y dos refrescos :) muy bueno, bien de precio y una camarera súper maja!



Después de cenar volvimos al hotel en coche y a dormir!

( Día anterior, día 9)

(Día después, día 11)

Día 8: Hearst Castle y playas de Cambria

El día siguiente por la mañana lo dedicamos a la visita del Hearst Castle.

No teníamos pensado ir, pero no había mucho que hacer por la zona...asi que compramos 2 entradas el día anterior para el tour que se llama "Grand Rooms". Cada entrada nos costó 25$, un poco caro para mi gusto, si bien es cierto que subes en autobús hasta la casa y, sobretodo, que la visita es guiada (en inglés, aviso). En total el tour por el interior de las habitaciones dura unos 40 min, visitando bibliotecas, comedores, salones, salas de estar y por último el teatro (si, Mr. Hearst también tenía un cine en casa) donde pasan una película con varias imágenes de Hearst&friends.
Al final tienes tiempo de sobra para ver los jardines, la piscina exterior y la interior (muy chulas) y las vistas del pacífico, las primeras de la zona de Big Sur.

Desayunamos rápido para llegar a tiempo a la visita. Teníamos las entradas para las 10.20 de la mañana, pero hay que estar allí un rato antes para recogerlas y coger el autobús que te sube desde el centro de visitantes hasta la casa, en lo alto de una colina.
El desayuno en este hotel fue uno de los peores puntos que tenía, casi diría que el único, porque solo había 4 mesas para todo el mundo y allí coincidía todo el hotel a la misma hora... Un poco caos. Había gente que directamente recogía el desayuno y se lo subía a la habitación.

Después del desayuno salimos pitando hacia San Simeón, donde está el Hearst Castle. Hay que dejar el coche en el aparcamiento del Centro de Visitantes, recoger tu entrada y un mapa del sitio en una ventanilla, y esperar turno para coger el autobús que sube a lo alto de la colina. En la cola del bus, te hacen una foto que puedes comprar luego, si quieres jejeje.

Como decía, lo mejor son los exteriores y las piscinas. La exterior nos tocó verla vacía y con andamios, porque la estaban limpiando/arreglando... Mala suerte! La interior es una pasada, recomiendo que la dejes para el final, porque el autobús que baja de nuevo al centro de visitantes sale de su puerta.


Y esto es una vista de la costa desde el exterior de la casa, una vez que levantó la niebla, que suele haber en esta zona.


El interior es como una locura kitsch, con una mezcla imposible de obras de arte que este señor se lió a sacar de Europa durante el periodo de entreguerras del siglo pasado, muchas de ellas españolas. De todas formas la visita a la casa tiene su gracia, todo excentricidad y excesos.

A la salida hay una playa pequeña con un muelle muy típico (forma parte de un parque dedicado a Mr. Hearst), pensamos en bajar a bañarnos porque hacía muchísimo calor, pero seguimos adelante y paramos en Cambria, primero en Moonstone Beach y luego pasamos la tarde en la playa de Cayucos, que también tiene otro de esos muelles que se adentran en el mar, y que se encuentran por todas partes en la costa.


Para comer, pillamos unos mega burritos en una gasolinera, para no saltarnos nuestra dieta hipercalórica XD.

Volvimos por la tarde a Morro Bay para no perdernos el atardecer en la playa. Como ya he dicho antes, en el pueblo no hay mucho que hacer, pero la puesta de sol en la playa, con la roca de Morro Rock de fondo, bien vale una visita.






Por la noche, cena en el Blue Sky Bistro on the Bay, otro restaurante de la zona del puerto. Mucho mejor el del día anterior, si volviera a Morro Bay repetiría, pero nosostros decidimos probar otro. El sitio está bien, pedimos cóctel de gambas, muy distinto a lo que esperaba con tomate y mucho cilantro, y pescado fresco (halibut, creo). Estaba bueno, pero nada que ver con la cena del día anterior :(